Volaban y me embobaba
Mis luciérnagas de los días de sol
Parecía que danzasen al son de la música
Solo quería seguir sacudiendo ropa,
que se alterasen y luego volvieran a hacer eso,
a levitar al trasluz en esa especie
de paralelepípedo luminoso.
Me imaginaba bailando con ellas,
bailando suspensa en el aire
con los ojos cerrados y los brazos abiertos.
Las echaba de menos
y el sol ha vuelto a traérmelas.
No se le pasa ni una.
(menos mal que no tengo alergia a los ácaros)
No hay comentarios:
Publicar un comentario